Justo a la entrada de las residencias angelicales, nos encontramos con dos grandes profetas del Antiguo Testamento. Ezequiel y Jeremías . (1) Jeremías, uno de los grandes profetas de la Biblia, aparece con su libro. Hace con la mano derecha el signo de la fe y encuentra su lugar en la historia de la salvación, exactamente como la representa el tímpano. Su asociación con Ezequiel quien carga las tabletas simbolicas de la unificación de los reinos, tiene sentido : siendo ambos sacerdotes, ambos hablan de la alianza entre las dos casas de Israel y de Judá, de la unidad del pueblo, de su liberación, de la reconstrucción de la ciudad de Jerusalén, de la conclusión de una nueva ley escrita en sus corazones :
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LA RODILLA DE EZEQUIEL Dos detalles nos premettent formular hipótesis para una identificación de Ezequiel, sacerdote del Templo en el momento de la conquista de Judá por Nabucodonosor y de la deportación. El exilio babilónico se considera entonces como un castigo impuesto por las "fallas" del pueblo elegido que se dedicó a la idolatría y al politeísmo: " Todos morirán, cada uno por su propia culpa, y todas las manos fallarán, y todas las rodillas se irán en agua" (Ezequiel 7 : 17). En el tímpano precisamente el profeta levanta la casulla (el sobrepelliz de encaje, el "trinquete "), y muestra su rodilla. Al regreso de Babilonia, el templo será reconstruido y el reino restaurado. Es en este contexto que intervienen las "visiones" de Ezequiel sobre el templo y el Reino de Israel. En efecto, en sus visiones, las dimensiones del nuevo Templo por reconstruir le son reveladas. Luego ve la fuente que brota bajo el umbral. Invitado a cruzarla dice: "Tenía agua hasta las rodillas." (Ez 47 : 4) (2). Otras visiones son relativas a la reunificación de los dos reinos divididos de Judá y de Israel. Luego viene el segundo indicio, el de la pieza de madera (parcialmente deteriorada hoy) que Ezequiel sostiene en su mano. Esta es probablemente una alusión a la profecía en lacual el Señor le ordenó unir dos tablas de madera para hacer una sola: "El Señor me habló en estos términos: "Junta las dos piezas de madera... Que se hagán una sola en tu mano [...] Uniré a los hijos de Israel [...] David será rey sobre ellos. Mi casa estará por encima de ellos. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. [...] Yo concluiré con ellos una alianza de paz perpetua." (Ez 37 : 16-27) Estas dos piezas de madera están reunidas, como se reunirán, de acuerdo con la profecía, los huesos secos para cubrirse de carne en el día de la resurrección. (Ezequiel 37) |
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Esta visión de la resurrección de los muertos, también está representada en el spandrel ubicado justo por encima de Ezequiel, lo cual no es coincidencia. Ezequiel es también el profeta de la Resurrección y del Juicio que salva en vez de condenar: |
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(1)
Entre los libros proféticos de la Biblia hebrea distinguimos los de los tres grandes profetas Isaías, Jeremías y Ezequiel. Estos tres grandes profetas "posteriores" están todos representados en el tímpano (Isaías en la parte inferior derecha, Jeremías y Ezequiel en la entrada del Paraíso). La tradición grecolatina agrega a un cuarto "gran profeta" en la persona de Daniel. Pero bajo la influencia de San Jerónimo, algunos círculos dudaron en integrar a este último en el canon de la Iglesia hasta el siglo XVI. Se observará que los benedictinos de Conques permanecen fieles a la tradición hebrea, haciendo caso omiso de Daniel, representando a San Jerónimo, a las Tablas de la Ley y poniendo de relieve el perfil semítico de Cristo. El legado del judaísmo es aún perceptible en la sociedad medieval. Gilson, citando la justificación que da Hugo de San-Víctor para la sacralización del poder político por la institución de la iglesia (en De Sacramentis II, 12) concluye, por ejemplo, que "este texto probaría por sí solo un hecho de suma importancia: la fuente más segura de la teocracia papal del siglo XII es la teocracia judía del Antiguo Testamento." (Etienne Gilson, La filosofía en la Edad Media, biblioteca filosófica Payot, p . 332 ) (volver) (2) « Después, me hizo volver a la entrada de la case y he aquí aguas brotaban de debajo del umbral de la casa hacia el oriente, porque la fachada de la casa daba al oriente; y las aguas descendían desde debajo del lado derecho de la casa, por el costado sur del altar » (Ez 47 : 1-2). También, abajo de la basilica de Conques, hay una fuente debajando a la gargantas del Oucho. (volver) |