Descripción del Tímpano de Conques: Capitulo 3
Las Mansiones Celestiales del Antiguo Testamento
  Abraham et ses descendants Signes mnémotechniques Ars memoriae Polysémie Diaporama : les Limbes de l'Ancien Testament

Trece personajes hieráticos colocados debajo de seis arcos (1), coronados por trece personajes en movimiento, avanzando en procesión, simbolizando la historia de la salvación a través del tiempo, ilustrando un calendario de la escatolgía catolica *:


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- En la planta baja: la base, los fundamentos de la casa. En el Occidente cristiano, eso es la época del Antiguo Testamento; los patriarcas y los profetas anteriores a la era cristiana se encuentran en el llamado Limbo*.

- En la primera planta: el tiempo del cristianismo y del Nuevo Testamento . Vemos, supervisada por los ángeles, la marcha de la iglesia encaminada hacia el futuro y hacia el Santo Salvador. [véase capítulo siguiente]

Entre los dos, la enjuta de Santa Fe, un símbolo de la fe, supone el paso de una a la otra y la transmisión del mensaje. En simetría, la enjuta del despertar de los muertos, donde ven las almas de los justos llamados directamente en las mansiones* al final de su juicio individual*.

Esta página está dedicada a la planta baja de las Mansiones, la de la Jerusalén celestial, es decir, el limbo del Antiguo Testamento.

(Arriba)   
a) La planta baja : la Jerusalén celestial

HISTORIA DE LA SALVACIÓN: DESDE ABRAHAM HASTA JESÚS

La historia de la salvación progresa con el siglo y con los hombres. Empieza con los patriarcas y sigue hasta el día de hoy.
En la planta baja, bajo el gran techo de la Jerusalén terrestre se encuentran los fundadores depositarios de la promesa de salvación para el pueblo elegido.

Ahí encontramos siete profetas y patriarcas , sentados de frente, todos con la aureola de los santos, y en primer lugar, en posición céntrica, a Abraham : « És santo porque él creyó» (San Pablo).

Se observará que en el Evangelio se entiende por el término « seno de Abraham », el lugar donde son llevados después de su muerte, los pobres, los justos y los puros como Lázaro (Cf. Lc 16: 22). El seno de Abraham, significa el limbo* (estancia de los justos del Antiguo Testamento y de los niños que murieron sin bautismo) que forma parte integral de las Mansiones.

Padre de los creyentes está sentado bajo el arco central coronado por dos torres almenadas de la ciudad santa, a las que sobrepasa el pináculo del Templo. El símbolo de la paternidad encarnado por Abraham, el padre espiritual de todos los Elegidos, es subrayado por la presencia en sus rodillas, de dos niños a quienes abraza literalmente, con un gesto casi maternal, alegoría notable del " seno de Abraham " (2).

Estos dos muchachos son sus descendientes, Isaac y Jacob, reconocibles por los cetros con cola.

El símbolo de estos cetros anuncia la filiación real del Salvador; este signo, al igual que todos los demás en el tímpano, es un mensaje de la Historia de la salvación.


Abraham, Isaac y Jacob
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Los arcos de la Jerusalén celestial, o la historia del Antiguo Testamento (pasar el ratón sobre la imagen para mostrar las leyendas)

ENLACE SACERDOTAL, EL HILO CONDUCTOR DE LA NARRACIÓN
El vínculo entre el hombre y la divinidad se establece gracias al sacerdocio, los pastores llevando los hombres hacia Dios. La Institución pastoral y sacerdotal está aquí representada por un puente con seis arcos y siete pilares, que alberga al menos cinco sacerdotes del Antiguo Testamento, Melquisedec, Aaron, Zacarías, Jeremías y Ezequiel, guiándonos cronológicamente desde el rito de Melquisedec (3) hasta la Última Cena y al sacrificio de Jesús ofrecido como una ofrenda mística. Estos sacerdotes del Antiguo Testamento están representados aquí como prefiguraciones anunciadoras de Cristo.

Aaron se reconoce por la mano de su hermano Moisés, que puesta en su hombro, le otorga el sacerdocio.
Melquisedec, quien en Jerusalén, ya sacrificaba ofrendas de pan y vino, se reconoce gracias al cáliz (4) que sostiene con Zacarías.

Ezequiel, uno de los tres grandes profetas de la Biblia hebrea junto con Jeremías era un sacerdote del templo antes de la deportación hacia Babilonia; se puede reconocer gracias a sus tablillas y a su rodilla descubierta.

Estas piezas de madera son otro mensaje mesiánico, anunciando la construcción de un nuevo templo y un nuevo tiempo. (leer más...)

 

 

 

La referencia sistemática al sacerdocio en los tiempos bíblicos, por una parte, y la construcción arquitectónica de arcos por otra parte, no son frutos del azar y no pueden ser reducidos a un simple proceso estético. Son ejemplos típicos de la aplicación del famoso Ars memoriae (el arte de la memoria) medieval bien estudiado por Frances Amelia Yates (El arte de la memoria, Gallimard, 1987). Como en un sendero flechado, el camino que conecta los elementos entre sí, de forma gráfica y semántica, está puntuado por signos, marcado con símbolos e indicaciones de dirección. Sigamos los hitos en este juego de pistas.

SIGNOS MNEMOTÉCNICOS : MEMORIA ARTIFICIAL
(arriba)

Es muy probable que el tímpano haya sido objeto de un comentario oral por los monjes a la atención de los peregrinos y fieles analfabetos. El comentarista podría seguir las señales gráficas de refuerzo para orientar su discurso o para la progresión del drama litúrgico que ponía en escena. El tímpano en su totalidad se puede leer también como un recorrido de memoria.
Dos tipos de signos mnemotécnicos repetidos sobre los tres arcos centrales de la galería del Antiguo Testamento llaman nuestra atención: las cruces y los tres puntos.


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Estas técnicas de " memoria artificial " son heredadas de Cicerón, de Quintiliano (5) y de la Rhetorica ad Herennium :

- Los tres puntos verticales como las flechas, invitan a seguir una dirección. Estos puntos están impresos en las pancartas con las inscripciones. Se pueden contar por lo menos nueve series.
La primera línea está justo arriba de Abraham, por encima del pináculo del templo, donde Jesús fue llevado por Satanás. Si seguimos su dirección vertical, llegamos al abad seguido por sus monjes portadores, uno de los Evangelios, el otro de las Tablas de la Ley. Desde el primer patriarca hasta el abad en turno, existe una continuidad ininterrumpida.

Otra alineación, que se encuentra por encima del arca de Zacarías, conduce directamente desde la palma del mártir hasta Santa Fe (pero también conduce de su corona real hasta la coronación celestial de Santa Fe y del sacerdocio de Melquisedec hasta la ordenación celestial de la joven mártir, como veremos más adelante).
Otra vez encontramos estos tres puntos después de las palabras SOL, LANCEA y LVNA en el cielo (6), en ambos lados del verbo GEMUNT que conecta los dos pisos del Tártaro (donde abundan), y también en la última inscripción en la parte inferior del tímpano, después de FVTVRVM (flecha apuntando hacia la puerta de Cerbero como para indicar una posible dirección en caso de que el espectador no tomara en cuenta la advertencia).


- Las cruces indican el párrafo, el paso y el vínculo de una idea a otra. Colocadas por encima de los arcos del Limbo, ponen de relieve la importancia del cambio de naturaleza del sacerdocio, pasando de un sacerdote a otro y de un piso a otro para alcanzar in fine el nuevo sacerdocio de Cristo.

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El pesaje de las almas a los pies de Cristo, enmarcado por dos cruces
(pasar el ratón sobre la imagen para ver la totalidad de la alineción)

Otra alineación notable de cruces se sitúa en el eje vertical central que baja desde de la Cruz Gloriosa de arriba (Nivel de la Eternidad) hasta la pared que separa las Mansiones* del Tártaro* con dos pequeñas cruces que enmarcan el pesaje de las almas en el juicio particular* colocando así la medida psicoestasica cada quien bajo el signo de la Gracia.*
Como se ve ¡la memoria medieval artificial no se reduce a simples trucos mnemotécnicos! Es un verdadero ars memoriae.

ARS MEMORIAE

Otro truco de la memoria artificial consiste en colocar una idea en un lugar preciso, representándola con una imagen expresiva o un símbolo convencional, topográfico, como una mansión por ejemplo. Se trata de del método de los lugares o loci. « Un locus es un lugar como una casa, un intercolumnio, un ángulo, un arco, etc. Las imágenes son formas, signos distintivos o símbolos (formae - Notae - simulacra) » (Frances Amelia Yates, The Art of Memory, Gallimard, NRF, 1987). En el arte de la retórica, Hugues de Saint-Victor, el gran teólogo del siglo XII, en su Didascalicon, recomienda precisamente que se utilice el plano de una casa. Esta organización topológica, este " topos " es retomado no sólo en el esquema global de nuestro tímpano (Casa de Dios), pero también, como en las muñecas rusas, en los niveles de la Jerusalén del Antiguo Testamento y del Tartaro de los muertos, cada quien siendo así abrigado bajo su amplío techo. La misma estructura se repite arriba de la procesión eclesiástica protegida por los techos de las virtudes teologales. En esta área, el simbolismo de la puerta, representada dos veces, juega un papel fundamental: la puerta del Paraíso o del Tártaro, siendo tanto umbral de separación como vía de acceso. A caso ¿ No dijo el mismo Jesús « Yo soy la puerta » ? (Jn 10: 9)

UN EJERCICIO ESCOLASTICO O LOS CUATRO SIGNIFICADOS DE LA ESCRITURA
(arriba de la página)

El tímpano es también una magnífica lección de escolástica que revela la maestría de los Benedictinos de Conques en el arte de la retórica. La exégesis medieval, inspirada en el pensamiento de Orígenes distingue cuatro significados en las Escrituras, como lo explicó admirablemente Henri de Lubac (Cf. Henri de Lubac, La exégesis medieval , Aubier-Montaigne, 1959).
Del mismo modo, el escultor combina aquí estas cuatro dimensiones en su expresión gráfica. He aquí los grandes principios:

  • El primer nivel es, por supuesto, el del significado literal, el del tema en el sentido estricto o de la historia en primer grado. La figura representa directamente lo que el artista quiere decir.
    Por ejemplo, la chica de rodillas ante la mano de Dios, evidentemente evoca a Santa Fe, martirizada en el año 303 por Dacian por haberse mantenido fiel a su fe. Se trata de Sancta Fides o, en lengua de oc, de Santa Fe, a quien se dedica la basilica, y cuyas reliquias (presentadas en extraordinarios relicarios) aseguran el éxito de la peregrinación.
  • El segundo principio es elde la tropología o sentido moral que busca figuras que muestran el progreso de la mente hacia Dios. En sí mismo, como exposición de la historia de la salvación, el tímpano en su conjunto adquiere un sentido tropológico obvio.
  • El tercer principio, la alegoría, que usa el método de las correspondencias en particular para enlazar el pasado con el presente y para aclarar la Biblia por medio del Evangelio, fue empleado sistemáticamente por los Padres de la Iglesia: « Quod Moisés velat, Christi doctrina revelat » (Lo que Moisés vela, la doctrina cristiana lo revela, como diría Suger). Muchas de las correspondencias propuestas en el tímpano subrayan la continuidad de las Escrituras, desde Abraham hasta Jesús (pasando por Melquisedec, Moisés, Ezequiel, Juan el Bautista y María Magdalena), en particular a través de los temas recurrentes del sacerdocio, del sacrificio, de la realeza o de la fe.

    El juego de las correspondencias alegóricas también se nota en la asociación de figuras presentadas y muy a menudo acopladas de dos en dos. Es siempre el caso en el piso del Antiguo Testamento con Isaac y Jacob, Moisés y Aarón, Melquisedec y Zacarías, Ezequiel y Jeremías, y encontraremos otros ejemplos más adelante.
el Caliz
El cáliz sostenido por Zacharías y Melquisedec prefigura evidentemente la última Cena
  • El cuarto significado es el sentido anagógico, es decir, espiritual, místico, (es el más profundo, el de los misterios del más allá). Daremos algunos ejemplos más adelante, con las imágenes de las lámparas, del trono o de los tres arcos.

Por tanto, conviene superponer, cruzar y combinar estos cuatro niveles de lectura para capturar toda la semántica de las imágenes e interpretar la escultura medieval de una manera más completa si no es que más justa (7).

La enjuta de Santa Fe ofrece un ejemplo notable de la superposición de estos cuatro sentidos:

 

- En el sentido literal, representa a la niña mártirizada por su fe; los hierros evocan sus numerosos milagros al liberar los presos; los tres arcos y el altar materializan la misma abadía de Conques.

- En el sentido tropológico, Fe simboliza la fe; su proternation ante Dios su humildad, su conciencia y su sumisión al poder divino.

- En cuanto al significado alegórico, es la posición y la forma de la enjuta la que hace sentido: intercalada entre los registros del Antiguo y del Nuevo Testamento, sella su continuidad y asegura el paso de la salvación por la Ley a la salvación por la Fe. La esquina ensartada entre los dos niveles une lo que separa, de la misma manera que en la arquitectura, la esquina refuerza la unidad al tiempo que subraya la distinción entre los dos niveles. El cáliz y los arcos responden en eco a las representaciones contenidas también en el nivel del Antiguo Testamento.

- Por último, el sentido anagógico es más complejo: explicaremos en el capítulo siguiente, como el altar, el trono vacío, el cáliz y los peldaños en los cuales se arrodilla Santa Fe evocan su ordenación celestial, su sacerdocio. Los tres arcos discontinuos simbolizan el cristianismo, la nueva iglesia construida en tres días por Cristo. Finalmente, el nimbo cruciforme atravesado por la mano de Dios es una imagen condensada de la Trinidad.

Las figuras del tímpano superponen estos cuatro sentidos. El símbolo determina la polisemia de las figuras y de las prefiguraciones, ensartando las ideas unas en otras como las muñecas rusas, de modo, por ejemplo, que la palma del martirio de Zacarías, quien fue asesinado en la escalinata del templo, donde su padre, Joad era el sumo sacerdote, también hace alusión a otros Zacarías como el rey de Israel, hijo de Jeroboam, matado por un usurpador en -743 o a Zacarías, hijo de Berequías. Pero también podemos pensar en otros mártires, como Josías, rey de Judá, muerto en Meguido o en otro Josías, el escriba decapitado con Jacobo de Zebedeo... En la misma línea, ahora vamos a ver que las reinas, y matriarcas de Israel portadoras de salvación son prefiguraciones de María.

La galería, completamente masculina, de los patriarcas y profetas del Antiguo Testamento termina curiosamente, en efecto, con la introducción de cuatro mujeres que están de pie, y que todas son coronadas, como unas reinas. Menos rígidas que los patriarcas sentados, parecen cobrar vida, y anuncian una transición hacia el nivel superior, el de los nuevos tiempos del cristianismo en marcha. Dos llevan ungüentos, las otras dos, en el extremo, cargan en una mano una lámpara encendida, y en la otra un libro abierto.
¿Cómo identificar a estas cuatro mujeres?


LA POLISEMIA DE LAS FIGURAS (8): el ejemplo de Esther, la Sulamita, y de las Santas Mujeres (arriba de la página)

Estos cuatro personajes son testigos típicos del uso de la polisemia de las figuras en el estilo románico por un lado, y del establecimiento de correspondencias entre el Antiguo y el Nuevo Testamento por otro lado, las figuras del primero anticipando las del segundo.
Muchas personalidades femeninas pueden encarnar la vía providencial de la salvación: citemos entre otras matriarcas bíblicas a Sara, esposa de Abraham, Rebeca, de Isaac, Lea y Raquel, esposas de Jacob.
Hay también al menos dos reinas :

- Esther
esposa del rey de Persia que salvó a su pueblo del exterminio
- la reina de Saba,
también amada por un rey Muy Amado (Solomon), asimilada con la Sulamita, heroína del Cantar de los Cantares.

Estas cuatro mujeres son también intercambiables con las Santas Mujeres, cuatro mujeres mirroforas quienes visitan la tumba de Cristo, al amanecer del Domingo de Pascua con lámparas, frascos con especias para embalsamar el cuerpo y el cofrecito de ungüentos para la unción real, eco femenino y póstumo de las ofrendas de los reyes magos en Belén.
Varios de ellas presentes al pie de la cruz y en la tumba, nos dicen los Evangelios, llevan el nombre de María : Está María, madre de Jesús, y por supuesto, María Magdalena, pero también María Jacobe (o María de Cleofás, madre de Jacobo el menor y de José) y María Salomé...

Lámparas encendidas proporcionan un ejemplo claro de anagogía : por supuesto, estaba oscuro ya que " el día no había amanecido " (Jn 20: 1), pero también simboliza la luz del nuevo día del Misterio Pascual. Es razonable asumir que el disco del sol sin rayos, colocado encima de las mujeres y del pilar partido (9) se refiere al sol naciente pálido y rojo en la mañana de la resurrección, momento en el que Jesús se apareció.
De hecho, fue en los albores cuando María Magdalena (10) recibió la buena noticia de la Resurrección que se apresuró en señalar a la atención de los apóstoles, como lo relata el Libro abierto que lleva, lo que le valió el título de " Apóstol de los Apóstoles ". Aquí, el significado anagógico no podría ser más claro.
Estas figuras de matriarcas, reinas y santas mujeres, prefiguran la Virgen María, Reina (" Regina Coeli ") madre del Bien Amado Salvador. También se puede ver ahí una referencia a Miriam, la hermana de Moisés y Aarón, prefiguración vetero-testamentaria de la Virgen María. También se puede ver una alusión a las " vírgenes prudentes " quienes esperan al esposo equipadas con lámparas y frascos (Mt 25: 1-13).
Del mismo modo, la canción de amor del Cantar de los Cantares es una transposición del amor terrenal al amor divino, otro ejemplo del sentido anagógico de las figuras.

Fiole contenant l'onguent royal
Esther y la Reina de Saba, María y María Magdalena, y / o las mujeres mirroforas

Estas mujeres, quienes a diferencia de los patriarcas, están de pie, como si fueran listas para irse, aceleran el movimiento de la salvación, que nos lleva desde los personajes sentados en el limbo del Antiguo Testamento hasta la marcha de la iglesia en el nivel superior, donde la línea recta, el camino real, conduce a Cristo. (seguir)

Capitulo Siguiente: 4) Las Mansiones Paradisiacas del Nuevo Testamento

(1) Hay seis arcos, como en los tímpanos de Lassouts, en Aveyron y en los linteles de San-Genis y San-Andres-de Sorède en el Rosellón. (Leer más) (volver)
(2) Cf. Jérôme Baschet, Le Sein du père, Abraham et la paternité dans l'occident médiéval, Gallimard, Le temps des images, 2000. (volver)
(3) O sea la ofrenda del pan y del vino. Aquí se puede ver una historia de sacrificio: el ángel Gabriel invitando a Abraham a sustituir el sacrificio de un carnero al de su hijo, pasando así del sacrificio humano primitivo al sacrificio animal mismo que fue transformado por Melquisedec en una libación, una ofrenda de pan y de vino en sustitución de la sangre de las ovejas, elementos centrales del supremo sacrificio celebrado en la Última Cena. Así progresa a través de las edades la historia de la salvación. (Volver)

(4) El tema del cáliz es recurrente, representado dos veces en el tímpano, está también presente en el tesoro eclesiástico, especialmente en el relicario de Pascual II (con fecha de 1100), donde el Grial está bajo los pies de la Virgen, y sería una las más antiguas representaciones del Santo Grial, de acuerdo con el Inspector General A. Darcel. El termino Grial está vinculado a la persona del rey herido. (Volver)
(5) Insitution oratoire de Quintiliano, traducido por C.V. Ouizille, Biblioteca latín-francés, colección de los clásicos latinos, París, C.L.F. Panckoucke, 1829 (volver)
(6) Colocados justo encima de las palabras SIGNUM CRUCIS CAELOCUM y que parecen conectar el Designante con el designado, la palabra a su representación gráfica. (volver)
(7) Sobre los cuatro propósitos de la escritura, Cf. H. de Lubac, Exégèse médiévale, Aubier-Montaigne, 1959. (volver)

(8) Sobre la polisemia de las figuras y prefiguraciones y la teoría de las correspondencias, consulte la suma de Louis Réau, Iconographie de l'art Chrétien, PUF, 1955/1959. Hay muchos otros ejemplos de polisemia: hablamos de Zacarías, y encontraremos otra arriba con San Antonio. (volver)
(9) Los seis arcos estan basados en seis pilares, pero con la subdivisión de pilar, llegamos a un total de los siete pilares de la sabiduría (volver)
(10) Para devolver a María Magdalena toda su dignidad y subrayar la importancia de su culto en Conques, ver la rúbrica que se le dedica. (volver)

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